Ponernos de acuerdo

Cuando dos personas se aman y se conectan no necesitan andar aclarandose cosas, ni acciones, ni pensamientos. Se entienden, se comprenden y siguen adelante. Mia no solo disfruta de todo lo que le hago, sino que además siempre está dispuesta a tratar de leer mi cabeza, sabe muy bien que está hecha para mí; ella permitió que yo la moldeara a mis perversiones y perturbaciones y se ha convertido por ende en una sumisa de las más increíbles, algo que estuvo siempre en mis fantasías y que ella me da la oportunidad de hacerlas realidad, no es acaso una mujer maravillosa?

Estábamos en la cama semidesnudos como hacemos siempre, esta vez celebrando la Navidad, o sea, no mucho para hacer, los bares y cines cerrados, amenaza de tormenta en el servicio meteorológico… conclusión: quedarnos en la cama y contemplar nuestros cuerpos.

Mía sabe cuál es su tarea y la cumple a la perfección: sola baja a chuparme la pija con una pasión única y después de un tiempo en donde no queda sector sin recibir sus besos, con un simple gesto de mi parte pasa a convertirse en la sumisa que tanto deseo, cuando empieza a lamerme el culo de una manera posesiva.

Después de un buen rato en donde la dejo haciendo su trabajo, mi estado de calentura es tan fuerte y tan intenso que empiezo a sentirla un objeto de mi propiedad, la tomo de los pelos y le digo:

.- Putita, preparate y acostate que te voy a coger ahora mismo.

Inmediatamente accede a mis pedidos con su cara de calentura, miedo y tensión, se acuesta boca arriba para esperarme.



Pero al verla en esa posición, el modo sado se me despertó de una manera sorpresiva y potente. Al ver su cara de miedo noté que se me cambió la voz cuando le dije.

.- Date vuelta y abrí bien las piernas…

Ahí comenzó su viaje al subspace, empezó su recorrido por las partes más oscuras de su perturbación. El sexo empezó a verse acompañado de miedo y adrenalina. Mía ya intuía lo que se venía.

.- Por favor, Bruno…

Con mis manos empecé a abofetearla en sus partes más íntimas, ella instintivamente gritaba de dolor, se retorcía sobre la cama y cerraba las piernas.

.- Volvé a abrir las piernas, no seas desobediente, pedazo de atorranta.



Mía volvía a abrir las piernas cada vez con más temor, mis azotes eran cada vez más descontrolados y sorpresivos, ya que ella al estar boca abajo no podía preveer cuándo venía el siguiente cachetazo.

La pasión que yo tenía encima no tenía límites, verla quebrarse y llorar a Mía me llevó a un estado de cuidado y protección, la cual me llevó a abrazarla y calmarla sobre mi pecho, el mejor momento sin dudas, el aftercare.

Hicimos el amor mirándonos a los ojos declarándonos todo nuestro amor. Sentí que nunca se había comulgado tan bien dos personas, hombre y mujer, amo y sumisa, amor y amor.

Después vino un momento de dispersión super divertido mirando programas de televisión malísimos propios de un feriado a la tarde, cuando en un momento le digo a mi chica:

.- Mía, me encanta quebrarte, me encanta someterte, verte llorar absolutamente entregada al dolor y la pasión me da un amor único que no tiene palabras para explicarlo.

.- Si, mi amor, sólo te pido que no seas un bruto, no es necesario de esa manera.



Entendí su mensaje al instante, a tal punto que con el correr de los minutos volvimos a calentarnos al estar otra vez en la cama como al principio. Esta vez Mïa tomó la posta en mi lugar y me dijo.

.- Bruno, quiero acabar de nuevo pero esta vez con tus manos, algo que me enloquece, por favor, hacémelo ya.

La puse boca abajo y le volví a decir que abra sus piernas como hace un par de horas atrás. Mía sabía otra vez lo que se venía, pero esta vez lo hice menos bruto pero igual de directo, igual de fuerte, igual de pasional, igual de enamorado de mi chica como nunca. Mia no necesitó de mis dedos, simplemente fue acariciarla, azotarla y decirle al oído que era una puta y una sumisa de su amo. Ella terminó acabando de una manera increíble.

Los mismos azotes que le habían dado al principio fueron recepcionados por Mía de una manera distinta, llegando al orgasmo en segundos. Es una chica increíble.

Mía se ha convertido en mi “esclava” única. Gracias a ella vuelvo a tener la imaginación de un sádico. 

Volveré, como siempre, mi cabeza está siempre activa.

Comentarios

  1. Muy bueno, pero si bien se busca que la relación sea consentida y de bienestar para ambos, en mi opinión no existe que ella pida que seas menos bruto. Quizá demasiado exigente de mi parte...

    ResponderEliminar
  2. creo que hacéis buena pareja ;-)

    ResponderEliminar
  3. Muy bueno.... que a relación siga así.... consentida y rellenada de placer!!!!
    Gracias por visitarme!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Mis relatos más visitados