Penitencia

Últimamente no había tenido buenos días Mía. Distintos problemas, muchas complicaciones, contratiempos… de todo. Tampoco es fácil en estos tiempos difíciles, en donde corremos el riesgo de tropezar, desorientarnos o directamente perder el norte.

Mía por momentos es una little. En realidad me lo demostró apenas empezamos a conocernos íntimamente. Sentirse apoyada en un hombre con experiencia, sabiduría y fortaleza para que se anime a encauzarla por el oscuro camino es lo que necesita para terminar de realizarse. Ella lo niega, pero quiere algo que la ponga en orden, que le marque lo que está bien y lo que está mal. Sabe que su carácter rebelde es del corazón hacia afuera, pero que del corazón hacia adentro sólo quiere complacer a su dueño, y eso lo demuestra en cada mirada hacia mí.

Pero en los últimos días su carácter había cambiado, no era el mejor, y se irritaba conmigo por cualquier cuestión por mínima que fuera. Tenía que actuar y tomé la decisión de encaminarla.

Una tarde estábamos abrazados tirados en la cama conversando de cualquier tema, cuando de repente se empezó a encender. Sin ton ni son cambió su voz por una más seductora, su mirada se hizo más lasciva y de golpe empezó a acariciarme la pija y a pedirme que la cogiera, y mientras la miraba sorprendido, comenzó a desabrocharme el pantalón para tomarme...

.- Sacá las manos de ahí ahora mismo!

.- Bruno, qué pasa? te quiero tocar, estoy caliente...

.- Te dije que saques las manos de ahí! Qué pasa? Te agarró la calentura y querés hacer todo rápido? Ponete boca abajo ahora mismo.

Mía obviamente cambió su cara por una de dedicación y preocupación. Cuando se puso como le pedí, le bajé su pantaloncito y su bombacha y empecé a masturbarla con mis manos.

.- A una puta se la trata como una puta, mostrale a tu macho lo caliente que estás, que querías agarrarme la pija porque te había dado la gana… quiero ver esa cara de degenerada que ponés mientras te pajeo. Gritá, putita…

Mía se estaba retorciendo y su cara estaba estampada sobre su almohada, no podía ver su mirada. No me daba cuenta si ella estaba realmente disfrutando ese momento o quería frenar su orgasmo y que le era imposible lograrlo.

.- Toma, Bruno, tomá…

.- Qué puta sos, Mía, ni se te ocurra aflojar ahora que acabaste, no quiero que seas sólo una puta que coge, acaba y se va… ahora te levantás de la cama y te quedás en penitencia contra la pared.


Mía quedó cansada después del orgasmo y no tenía fuerzas como para intentar desobedecerme. Además había perdido absolutamente el control y todo había quedado en mis manos.

Se levantó y se puso contra la pared, toda desnuda, con las manos sobre sus costados. Estaba hermosa, verla obedecer a su Amo y cumplir la penitencia que le había impuesto era formidable.

.- Vas a tener que cambiar la forma de comunicarte conmigo, no me gustó cómo me contestaste en estos días, entendés, putita?

.- Sí Bruno (sin mirar hacia atrás).

.- Necesitás un poco de ésto, que te des cuenta que una cosa es la vida misma y otra cosa es tu dueño, quedó claro?

En ese instante Mía mientras asentía todo lo que le decía, cuando intentó darse vuelta para volver a la cama y reencontrarse conmigo.

.- Quién te dijo que te des vuelta? Qué estás haciendo!!!

Más rápido que la luz, Mía volvió a su lugar que se le había asignado. Contra la pared.

Mantuve silencio para que la penitencia tuviera más peso, que recapacite y piense que las cosas son como su Amo le indica.

.- …

Y luego de la expiación, viene la pena. Me senté en el costado de la cama, Mía escuchó movimientos y se dio vuelta, con mi dedo le apunté al piso entre mis piernas y ella entendió de qué se trataba la tarea.

De rodillas entre mis piernas, estaba autorizada a acariciarme la pija y a chupármela como sólo ella sabe hacerlo. Ya el silencio era más acogedor, ya estaba volviendo de a poco más a la calma y a comprender que teniendo yo el mando todo se hace de manera más armoniosa aunque perversa.

Sin decirle nada me tiré en la cama con las piernas en el piso con Mía en medio de ellas y me corrí un poco para que se diera cuenta que su tarea era chuparme el culo. Ella sabe tanto como yo que es lo más sublime que hay en esta relación

El silencio que le daba a Mía (habrán pasado minutos) convirtió ese momento en una tensa calma, aunque ella hacía su trabajo como nadie en el mundo lo sabe hacer.

Luego procedí a levantarme y a quedarme parado al costado de la cama, y mirándola fijo, le dije que me besara los pies. Mia de inmediato se puso en cuatro patas y bajó a adorarme, primero un pie y después el otro. Se tomó el suficiente tiempo como para que sintiera que había placer, dedicación y gusto en lo que ella hacía. No sólo era una orden, ni siquiera un pedido. Sentía que estaba bien en hacerlo.

Cuando Mía consiguió llevarme a lo mejor de mí, detuve todo, la tomé a Mía de un brazo y la arrojé a su cama, le dije que junte las piernas y que se quede boca abajo. Fui a buscar mi pantalón para sacarle el cinturón y atarla por los tobillos. Una vez amarrada la tomé por ahí, la traje hacia donde yo estaba y mientras la azotaba fuertemente con mis manos en la cola le hablaba pegado al oído.

.- Mía, es por acá, sabés… esto es lo tuyo, estás hecha para mí, hace tiempo que te preparé para esto, te he hablado durante meses sobre esta relación, te amo aunque te tenga atada en este momento, que te quede clarito el camino por el que voy, quiero que me acompañes siempre, pero el camino es por acá…

.- Sí mi amor.

.- Ahora te voy a coger. Querías mi pija? querías que te cogiera? Preparate mi amor, voy a amarte como nunca.

Le desaté las piernas, se dio vuelta y me tiré sobre ella, hicimos el amor como nunca, fue interminable, incansable, duró más de la cuenta, nos mirábamos y nos besábamos mientras la cogía de una manera bestial.

Terminamos, como siempre, recostados en la cama, los dos mirando el techo, ella automáticamente se acurrucó sobre mi pecho y totalmente exhausta se quedó dormida mientras la acariciaba y le decía que era una buena chica.


Comentarios

  1. A veces un pequeño chasqueo de dedos es suficiente para devolver a una perra a su lugar.

    Buen trabajo a los dos .
    Gracias por compartir

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  2. Mia es una hembra que se encuentra haciendo su camino de sumisión de la mano de su dominante
    Como perra debe acatar a su amo ofreciendole sus mejores condiciones al servicio de su señor
    Nuevas experiencias le aguardan en su futuro
    Deberá estar a la altura de lo que se espera de ella
    Como hembra, como perra, como sumisa
    G

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  3. Muy lindo final de la historia! Apuesto que ella va a estar más caliente en los próximos días.

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  4. Los correctivos, por pequeños que sean, son siempre de agradecer y más si logran su objetivo.

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  5. Sometimes you have to go back to the beginning, to get to the end of the journey. ... Very interesting story ....

    peace and love
    1ManView

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  6. Muito bom este relato, meus parabéns.

    Arthur Claro
    http://www.seminudez.blogspot.com

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  7. Me encanta la imagen
    http://onossoamorperfeito.blogspot.com

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