Hija del rigor

Una vez más estábamos Mía y yo tirados en su cama, con toda la tarde libre y sin nada para hacer, sobre todo en estos tiempos de cuarentena, en donde llega un momento que ya queremos apagar nuestros teléfonos celulares para poder tener un rato de tranquilidad y sosiego, y encontrarnos como tantas veces hacemos.

Pensar que el día anterior dijo que tengo carácter fuerte. Ja, obviamente que es así, pero la verdad es que ese día lo que sucedió fue que se lo quise demostrar poniéndola sobre mis rodillas, boca abajo, para darle unos azotes, y se negó de forma rotunda! Me dijo que no me enoje pero no quería jugar.

Incluso otra vez en otra situación también quise sentarla sobre mis piernas para darle alguna que otra orden a mi sumisa y me contestó que de ninguna manera iba a hacer esas cosas, y hasta llegó a decirme que si me enojaba con ella, me hiciera ver por un psicólogo.


Pero ahora estaba ahí, hermosa como siempre, dócil, sobre mi pecho, aunque con la intuición de que algo se estaba gestando en mi cabecita, seguramente porque mi mirada ya no era la misma. Su gesto de resignación estaba mostrándome que algo estaba por suceder. Y así fue.

Mía tiene una particularidad muy especial y es que sabe cómo ponerme en clima, ya sabe cuál es su tarea, su mandato a realizar. Se desliza de una manera suave por mi pecho y baja hasta chuparme la pija con una devoción y dulzura, con una pasión y ternura, con una calentura y dedicación, que no recuerdo otra mujer que haya hecho sentirme tan excitado. Yo sólo atino a acariciarle la cabeza y peinarla con mis manos mientras ella se come mi verga de una manera única. Así puede estar minutos.

Después es cuestión de sólo moverme un poco para que ella se dé cuenta que tiene que entrar en modo sumisa, y baja más aún para chuparme el culo de una manera exquisita. No hay nada más sublime para un Amo que ver a su sumisa realizar ese gesto tan hermoso. Sentir su lengua recorrer todo mi culo y jugar en esas zonas es una sensación de placer como nunca antes pude haber sentido. 

.- Te voy a coger putita, le dije, y Mía sola se acomodó en la cama para recibirme, y empecé a garcharla como hago siempre, como si fuera la ultima vez. La sujeto de los pelos y empiezo a cogerla hasta que me avise que va a acabar -siempre lo hace-, grita como una perra y se escucha por toda la casa; menos mal que estamos solos.

Una vez que acabó mi putita hermosa, es ahí cuando entro a someterla como a mí me gusta, pese a sus pedidos de clemencia, la tomé de los pelos para ponerla sobre mis piernas y comencé a azotarla en la cola hasta que me pidiera por favor que pare mientras algunas lágrimas empiezan a salir de su cara absolutamente perturbada. Se deja hacer y llora diciéndome que pare... es una sumisa muy especial.

.- Ojo con que haya una próxima vez que me digas que no, eso no se hace, putita. 

.- Bueno, Bruno es que no estaba con ganas, perdoname.

Zasss, Zasss.

.- Estoy seguro que no va a volver a ocurrir, no, pedazo de puta?

.- No, Bruno, seguro no va a volver a pasar, perdón.

Zasss, Zasss

.- Ahora te vas al piso, te arrodillás y volvés a hacer lo que estabas haciendo al principio, y después como premio te voy a coger como a vos más te gusta, putita.

Mía se arrodilló en el piso, yo sentado en su cama, y se dedicó nuevamente a chuparme la pija y el culo y las piernas como una nena muy educada, le vino muy bien el escarmiento, cada vez lo estaba haciendo mejor y se le notaba su calentura en obedecer, yo no paraba de excitarme y ella de asentir con gestos todas las guarangadas que le decía, las peores cosas que puede escuchar una puta mientras hace su trabajo.

Puede ser hija del rigor mi sumisa?


Cuando ya no podía más de mi calentura y mi pija estaba dura como un garrote, la levanté de los pelos, le di un par de cachetazos para terminar con la lección y le dije:

.- Ahora te voy a coger porque te portaste bien, putita, pero ya sabés cómo se tiene que comportar una sumisa, entendiste?

.- Si, entendí.

Fue suficiente lo que le dije para arrojarla a la cama, abrirle las piernas y empezar a cogerla hasta hacerla acabar nuevamente, ella besándome el pecho mientras mi pija se encargaba de cogerla…

Volvimos a acabar, ella por segunda vez y yo sobre ella, no atiné a nada, sólo a gritar como una bestia la descarga que tuve sobre ella.

Después de la tormenta, terminamos abrazados, ella sobre mi pecho, hasta dormirnos. Antes la escuché susurrar muy agotada.

.- Sos muy intenso Bruno.

.- Soy así, Mía, espero que entiendas que sin estas cosas, no es lo mismo.

.- Si, mi amor.

.- La próxima vez vas a ser mi perra, y vas a comer del platito que te compré hace un tiempo, el que tenés guardado en tu cajón del chifonier.

.- Bueno, mi amor.

.- Te amo, Mía.

.- Y yo, Bruno.

Mía es mi sumisa favorita, no me voy a cansar de decirlo.

Comentarios

  1. yo practico de vez en cuando la táctica de Mía: me niego a los azotes porque sé que encabrita al macho y eso me pone a mí tanto como a él mi negación
    seducción por ambos lados!

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  2. Un poco de negativa es motivadora, es un reto. Y eso se disfruta siempre. La comunicación es lo más importante, así todo se logra.
    Mis saludos a ambos.

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  3. Es brutal.... Cada vez os compenetráis más.

    Eso es genial. Nadie la conoce como tú... Y nadie sabe llevarla como tú lo haces. Mi enhorabuena a los dos y mi agradecimiento por compartir vuestra experiencia.

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  4. Quanta beleza aqui dentro. Vou ficar!

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  5. Muy buen relato, interesante experiencia
    Parecería como que la renuencia previa de Mia en aceptar las directivas de su Señor no obedecieran a una estrategia de seducción/provocación de su dominante para un posterior mejor goce mutuo
    Como que Mia tuviera sus renuncios, todavía
    Debiera asumir que su sumisión debe ser plena, ininterrumpida e inexcusable: el suyo es un camino de ida, Mía le pertenece a Bruno, no hay cabida en ese vinculo para reparos
    Con el tiempo lo comprenderá mejor y su entrega ya no tendrá objeciones
    Porque no hay lugar para ellas
    Dejo mis saludos, en especial para Mía, con las recomendaciones del caso respecto de su muy necesaria e incondicional sumisión
    G

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  6. Aunque no me siento afín a estas prácticas, me parece un relato estupendo, y vibrante.
    Un abrazo.

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  7. Le echaste un pulso y tuvo sus resultados... Muy buen relato Mia.
    Besitos.

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  8. Reconozco que tengo una visión algo ingenua de la dominación, Pero me atrae ese roll entre juego y poder.
    La negación y el desafío también son partes de la relación y ayudan al morbo y castigo.
    Le devuelvo su visita y quedo mirando todo con curiosidad.
    Salutti
    S

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  9. gracias por querer compartirme tu blog,
    yo tuve un Amo, pero 3 son multitud....
    hay algo en este submundo, que cuando entras en el, aunque no estés activa, es difícil de olvidar...
    te dejo un beso

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