Bruno ya no es como era

Después de casi dos meses volví a ver a Bruno... este confinamiento hizo que cada uno estuviese en su casa, vivimos lejos el uno del otro y sí o sí hay que pasar un control para poder seguir circulando; finalmente Bruno decidio  tramitar el permiso que le permitiese pasar ese puente llamado por mí el muro de Berlín, y llegar a la casa de su madre para así, arriesgarse y llegar a la mía.

Y así ese día llegó... salté a su cuello cuando entró, se me llenaron los ojos de lágrimas y no lo solté... no nos soltamos, nos revolcamos un poco en el sillón, nos besamos, abrazamos, llegamos a mi cama y ahi comenzamos a coger desesperadamente como dos animales en celo... por fin nuestros cuerpos, líquidos y olores se volvían a buscar, juntar y explotar.

Durante el confinamiento Mía regaló a Bruno varias fotos en diferentes poses  con ropas sexys cosa que nunca había hecho, también regaló a Bruno dos zoom vestida para matar, con tacos, sombrero, colitas, maquillada, transparencias, botas de cuero, tacones y minifaldas, lo sedujo y se arrastró por toda su casa mientras Bruno desde el otro lado de la pantalla no hacia mas que tocarse, sacudir su pija mientras observaba lo que su Mía le estaba regalando... Mía se masturbó, se paseó cual gata en celo por toda su casa para complacer a Bruno y saciar así su instinto sexual y el propio.

Pasaron menos de cuatro días juntos, Mía lo atendió como un rey mientras él trabajaba y hacía sus cosas, Mía hizo que su casa fuese la de él, le hizo las mejores comidas, lo cuidó y le dio todo el amor que uno ni llega a imaginarse, entrenó su cuerpo delante de él, y siempre con una sonrisa, lo dejó dormir hasta la hora que el quisiese, su amo, su hombre estaba ahí en su casa después de casi dos meses sin verse.

Y también se montó como en los videos, lo sorprendió mientras él tomaba una ducha, lo esperó con sus ropas sexys en el living, se sentó en sus piernas y él empezó a manosear tan bien a Mía que la enloqueció, fueron al sillón y ella desde el piso se metio la pija de Bruno en su boca y él la tomo fuertemente de los pelos y la llevó a su cama con un empujón, tomó cinturones de su cajón y le pegó, le pegó fuerte y esto a Mía no le gusta, no disfruta del dolor como todas las demás, disfruta de otras cosas y entonces todo se enfrió... Bruno y Mía no quieren lo mismo, Mía no disfruta con dolor, y a Bruno esto le molesta.

Sin embargo al otro día mientras Bruno dormía, ella se escabulló por las sábanas y fue en busca de la pija de él para gozar, cogieron y Mía acabó dos veces. Bruno ninguna.

Es miércoles y Bruno se fue a su casa el lunes por la mañana, no llegó ni a los cuatro días que había prometido a Mía y tampoco le dijo qué día volvería... ese lunes estuvo casi ausente, y a la noche Mía lo buscó y no lo encontró, se pelearon por malos entendidos, por malas predisposiciones, el martes también estuvo ausente, Mía le dijo cosas feas a Bruno por que no hay nada que le moleste más que sentirse ignorada, destratada después de todo lo que había hecho durante el confinameinto y durante la estadía de esos días tan ansiados por ambos... hoy miércoles Bruno sigue ausente, distante, poco comunicativo y frío como roca...

Las fotos, los videos, los desfiles y las poses que Mía le regaló no alcanzaron, y tampoco su esmero y esfuerzo para que Bruno la pase de mil maravillas y no quiera irse... él eligio quedarse con las cosas que le molestaron y no con las demás.



Comentarios

  1. ¡Qué pena! Solo queda hablar porque el silencio puede hacer mucho daño. Toda relación se basa en el conocimiento y en el respeto.
    Poco a poco. Todas las aguas se salen de cauce. Solo hay que redirigirlas.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Consuen todo tanto lo bueno como lo malo. Sin hacer ningun juicio . Cada persona tiene una historia y parte de la hisyoria de cada uno ha hecho que se encuentren..

    ResponderEliminar
  3. No todas las sumisas disfrutan del dolor, ni todos los Amos disfrutan dando dolor a su sumisa. Dicho esto,
    os deseo lo mejor!! Sin conoceros me parecéis una pareja encantadora!!

    ResponderEliminar
  4. Es una lástima ese silencio por parte de tu Amo... Después de dos meses de confinamiento debería haber sido todo lo contrario.
    Besitos cariñosos.

    ResponderEliminar
  5. Espero lo mejor para ambos. El tiempo dirá.

    ResponderEliminar
  6. Esperemos que solo sea pasajero, que solo sea una consecuencia secundaria del confinamiento, y que pronto de paso de nuevo a vuestra normalidad. Los silencios también hablan. Habrá que escuchar y aprender de ellos.

    ResponderEliminar
  7. Espero que las cosas se hayan arreglado ya. Quizás fue tu rechazo al dolor lo que preocupó a Bruno.O quizás fue que esta pandemia nos tiene a todos desquiciados. Si es lo primero, me gustaría deciros que el gusto por el dolor hay que entrenarlo.

    Una cosa es el 'fetiche de castigo': el erotizar que Bruno tenga en poder de castigarte y toda la catarsis que conlleva el hecho de ser castigada. Eso está bien. El dolor se vive entonces como una vía de expiación, de curar el sentimiento de culpa y de reforzar la sumisión.

    Otra cosa es el masoquismo: el experimentar el dolor como placer. Eso es algo que se puede aprender empezando con niveles bajos de dolor. También se combinan el dolor con las caricias y con el proporcionar placer. Así se llega a establecer una especie de condicionamiento Pavloviano en el que el dolor se siente como placer.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Mis relatos más visitados