El dia que me prestaron el flogger y la fusta

Hay algunos que a veces creen en las casualidades y hay otros que en cambio creen en las causalidades, en ocasiones suceden cosas que uno las induce y en otras caen de la nada, como si la diosa fortuna hubiera hecho un casting previo para poder elegir a la persona indicada.

Tengo un cliente debido a mi trabajo al cual voy una o dos veces por semana, y siempre termino siendo invitado a sus reuniones de ejecutivos de mediodía. Generalmente hablamos de temas laborales, pero los breaks a veces son tan largos que todo se desencadena en una charla sobre nuestros temas. Lo bueno es que dentro de todo, no siempre somos los mismos, a veces caen invitados “golondrinas”, los cuales vemos una o dos veces como mucho.

Reunión de machos”, le digo a Mía. Contamos nuestras aventuras de hombres en privado a veces. Ella se inquieta un poco, incluso se siente atraída en algún punto aunque me lo disimule. Igual termina diciéndome que cuente lo que quiera.

Es que Mía sabe que soy un caballero y que no me voy a parar en la cabecera de la mesa dando una clínica explicando como se sesiona a una sumisa. No es mi estilo. Sin embargo, dije en chiste la otra vez que “50 sombras de Grey” es una película de Disney al lado de mi relación, como para arrancar risas entre los concurrentes.

Uno de estos invitados “golondrinas” que estaba en la reunión, un arquitecto aparentemente contratado para hacer un trabajo en mi cliente, se me acercó y me dijo al oído.

.- Te felicito Bruno. Tenés una relación de Amo y sumisa?

.- Sí, atiné a contestarle bajito entre los participantes de la reunión para que no escuchen, en donde para variar, se terminó hablando de fútbol como siempre.

.- Me llamo Guillermo y yo también tuve este tipo de relaciones. Te paso mi whats app y si te interesa charlamos algún día. 

Yo ya había notado en ese hombre una personalidad distinta al hablar y al expresarse que me había llamado la atención. Muy culto al expresarse, instruído, apasionado en cada intervención, era mayor que yo unos cuantos años. 

A los pocos días empezamos a mantener una relación de chat más que interesante: cine, política, actualidad social en la que vivimos, nos enganchábamos muchísimo porque además concidíamos en la mayoría de nuestros gustos, ideologías e ideales. 

En una de esas conversaciones, salió el tema de nuestras relaciones, perversiones y perturbaciones, y nos interrumpíamos al hablar por el entusiasmo que le poníamos a la charla. Le dije que yo había encargado un flogger en una página web (https://mazmo.net/) y no había encontrado respuesta todavía. La sorpresa fue in crescendo ya que Guillermo también entra a esa página (aunque no tanto ahora me confesó). 


.- Bruno, yo tengo una fusta y un flogger para prestarte, ahora no lo estoy usando, así que tenelo, pero te pido que me lo devuelvas en caso que lo necesite. 

.- Ok, gracias, me interesa de sobremanera. 

Guillermo vive a pocas cuadras de la casa de Mía, otra casualidad más, así que, como anillo al dedo, en una de esas veces que me quedé a dormir en la casa de mi chica, arreglé con Guillermo para desayunar en algún bar de la zona. 

Hasta ahora por todo lo dicho, cabe una aclaración. Si todo lo descripto arriba fue producto de la casualidad, lo que sigue abajo es producto de la sorpresa. 

.- Bruno, vos estás loco??? Qué te pasa? Por qué vas a hacer esto? Cómo se te ocurre? 

.- Qué tiene, Mía? Es un amigo y me lo va a prestar, es de confianza… 

.- Mirá Bruno, a mí no me gustan nada estas cosas, lo que vas a traer ya se habrá usado con varias mujeres, y no quiero que lo utilices conmigo. 

.- Mi vida, va a salir todo bien. 

Estaba muy nerviosa Mía, tiene una particularidad y es que a todo arranca negándose, es lógico ya que son todas cosas nuevas para ella, y sus nervios la traicionan a tal punto que llega a decirme cosas feas. Por ejemplo me dice que no haría esas cosas ni loca, o que estoy completamente demente, o que cómo se me ocurre… y que la respete!!!!! Ya no se qué otras cuitas más. Pero mi amor y pasión por ella me lleva a tenerle una paciencia infinita. No por nada al principio de nuestra relación le dije en varias ocasiones… 

.- Te espero todo el tiempo que me pidas que te espere. 

Y así fue, y así es. Ahora Mía está hecha para mí, me pertenece; ella me lo agradece en cada gesto, en cada mañana, en cada ocasión que nos vemos, en cada noche antes de irse a dormir. Mi chica encontró su lugar en el mundo al lado mío. Su forma de ser hacia conmigo la ubica en un lugar de privilegio para ella. Está orgullosa de su relación con su Amo sádico y romántico y sabe muy bien que por ejemplo dentro de su grupo de amigas, sus historias serían admirables y envidiables. 

Terminada la aclaración, volvamos a lo que sucedió entonces con mi nuevo viejo amigo. 


Fui al bar esa mañana y me encontré con Guillermo, tenía bien envuelto el flogger y la fusta, no sólo me dijo que estaban en perfectas condiciones sino que me explicó incluso cómo limpiarlos. Me aclaró que la fusta la compró directamente en un negocio de equitación, y la verdad es que la vara es bastante rígida. Y el flogger no tiene nada de cotillón, tiene muchísimos flecos y es bien largo. 

Me enseñó cómo usarlo y me dio unos pequeños tips y consejos para aplicarlo con Mía. La charla que estábamos teniendo se puso más que interesante. Nos hemos contado lo lindo y alucinante que son este tipo de relaciones; el grado de profundidad, confianza y entrega mutua a que se llega es de un grado mayúsculo. También nos hemos confesado nuestras historias personales, a tal punto que se me estaba despertando el modo sado en el bar mientras hablaba con Guillermo! Es que sinceramente tenía enfrente mío a una persona agradable en todo sentido, con mucha experiencia en todos los temas, una vida vivida que da gusto estar con él conversando tanto en un bar como en un living. Estaba seguro que a Mía le iba a caer bien este hombre, ya me imaginaba estar conversando en una mesa. Mi chica tiene buen gusto, sabe apreciar los buenos momentos. 

Conclusión. Salí del bar con una fusta y un flogger en la mano, con la intención de Guillermo de querer conocer a Mía para poder hablar con soltura todos estos temas, y con mi chica inquieta y casi enojada conmigo por las cosas que hago. Mi chica tiene que notar la diferencia que existe entre papelón y verguenza. Tengo que trabajar en eso para soltarla aún más y quitarle viejos prejuicios y complejos. La verguenza es un condimento de excitación, sentirse correspondida agrada a toda mujer, la mantiene viva, despierta, con ganas de visitar un gym todos los días o mirarse frente a un espejo. En cambio, un papelón jamás le haría pasar a mi sumisa. Tengo claro cuáles son los momentos y lugares en que quiero llevar a Mía. A esta mujer le sobra inteligencia, incluso fue lo primero que me atrapó de ella. Sé bien que con el tiempo lo va a asimilar. 


Ahora quiero saber la sensación que tendrá mi nena cuando sepa que ya tengo el flogger y la fusta en mi poder, y qué me dirá cuando le cuente que pronto estaré yendo para su casa y que se prepare para esos momentos intensos que tanto necesitamos tener. Sus dotes masoquistas estarán brotando a flor de piel, me gusta sentir que la sangre le corre por todo el cuerpo al doble de su velocidad normal. Esta putita tiene trabajo duro conmigo. 

Mía se ha convertido en mi “esclava” única, Gracias a ella vuelvo a tener la imaginación de un sádico. 

Volveré, como siempre, mi cabeza está siempre activa.

Comentarios

  1. Me parece interesante tu relato.
    Yo también ando en una relación que mantiene muchas similitudes.
    Y también uso el flogger y pronto me voy hacer de una fusta.

    Vengo desde el blog de Cloe, donde he visto tu comentario.
    Y me quedo por aquí.
    Si quieres visitar el mío...

    Oleadas de Placer

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  2. Madre mía!! Que interesante!!
    Lo que puede dar de sí una conversación aparentemente de trabajo...

    Poder hablar de estos temas de manera natural es genial, aunque no siempre se presta la ocasión.

    Enhorabuena por tu nueva amistad.

    Un saludo!

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