Fantasía cumplida

.- Hola Papi…

.- Nena, que hacés acá en la cama!!!

.- Mamá salió temprano y dijo que va a volver al mediodía por lo menos.

.- No me dijo nada… y por qué te metiste acá adentro?

.- Quiero hablar con vos, Papi… quiero estar con vos en la cama, quiero hablar de un tema especial…

.- Decime… pero tenés puesto sólo una remera, estás grande para meterte en la cama así conmigo…

.- Quiero aprender cosas con vos, Papi. Mis amigas en la escuela cuentan sus cosas con los chicos y yo no tengo nada para contar.

.- Cosas referidas a…

.- Sí Papi, yo veo como la mirás a Mamá, cómo la acariciás, cómo la recorrés con la mirada, cómo la desafiás ordenándole ir a la cama, y para que sepas, cuando se vienen para acá y te la cogés, yo los espío atrás de la puerta y después me voy a masturbar a mi pieza, solita, ahora no aguanto más y quiero estar con vos Papi…

Luego de un momento de silencio y tensión en el ambiente, y al ver cómo ella ya me estaba acariciando las piernas por debajo de las sábanas, la charla siguiente fue el desencadenante de lo que ocurriría después.

.- Te juro que a Mami no le voy a contar nada, quiero mantener este secreto entre vos y yo, Papi, quiero convertirme en una puta para vos, el tiempo que vos quieras y las veces que quieras, quiero que me hagas las cosas que le hacés a Mami, quiero ser una hembra, que me enseñes a comportarme como a vos te guste, siempre te vi como un hombre de experiencia, Papi.

Se me acercó y el beso que me dio en la boca fue entre dulce y caliente a la vez, mi cabeza volaba por lugares inimaginables para mí.

.- Veo que sos tan morbosa como tu madre, ya sé a quién saliste, querés convertirte en mi puta? Mirá que puedo no tener límites y que voy a cogerte como la cojo a Mamá. Bien atorranta es ella también.

Ella no me dijo ni que sí ni que no. Solamente se me acercó, me rodeó con sus bracitos y empezó a besarme el cuello, mirándome fijo con unos ojos de los más perversos que jamás olvidaré, bajó del cuello y recorrió todo mi pecho, y antes de acercarse a mi pija, desde ahí me dijo…

.- Yo la veo a Mamá arrancando siempre así, estoy haciéndolo bien, Papi?

.- Si pendeja, chupame bien la pija, ahora soy yo el que no va a querer parar esto.

Me chupó la pija con una dedicación y pasión únicos, no podía creer lo que me estaba pasando, mi cabeza estaba explotando, mi pija la tenía dura como un garrote, empecé a tomarla del pelo para meterle más adentro mi pija a esa pendeja que estaba tan caliente conmigo que podía escuchar sus gemidos mientras se estaba tragando mi pija.

.- Quiero ser mejor que Mami, voy bien, Papi?

.- Mirá nena, voy a convertirte en una puta como vos querés, te voy a enseñar todo lo que tengas que aprender, vas a estar a mi merced las veces que se me den las ganas, te gusta lo que estás haciendo?

.- Hhhmmm

.- Ahora te voy a coger como la cojo a la puta de tu mamá, dejame la pija bien mojada, atorranta, y acostate en la cama, porque te voy a meter la pija y vas a aprender a disfrutar de un verdadero macho, oiste?

.- Hhhmmm


.- Ojo con gritar o voy a tener que taparte la boca con esa remera de mierda que tenes…

.- NNNNhhhhmmmm

.- Acostate, pendeja y recibime.

Fue solo escuchar esas tres palabras, y después de dejarme bien mojada la pija, se acostó en la cama y me miraba con las piernas abiertas esperando que llegue el momento.

.- Tomá putita de mierda, ahí tenés…

.- Aaaaayyyy papi, seguí, seguí, me gusta…

.- Todas las mujeres son así de putas como vos y tu mamá, sabés. Besame el cuello.

La tomé de la nuca y la acerqué para que me bese el cuello mientras no paraba de taladrarla.

.- Calladita, ojito con decir algo porque si llegás a decir algo, me voy, no me ven más ni vos ni tu madre, entendiste?

.- Nooooooo Papi, noooooooo, seguí por favor que estoy por acabar, ayyyy papiiiiiiii, tomaaaa, tomaaa, tomaaaa, no te vayas por favoooorrrr, tomaaaaaa…

Acabó la muy puta de una manera que si alguien hubiera estado en casa, era inevitable saber qué estaba sucediendo, los gritos se escucharon por toda la casa.

.- Gracias, Papi, gracias, gracias… gracias… quiero que acabes vos ahora.

Sus manos no paraban de acariciarme todo el cuerpo, sinceramente sus gestos eran de agradecimiento…

.- Ahora, puta de mierda vas a tomarte toda mi leche, sabés…

.- Si Papi, lo que vos me digas está bien, va a estar siempre bien… siiiiiiii, qué bien me cogés, Papiiii…

Cuando ya no podía más después de estar un montón de tiempo cogiéndomela, enseguida cambiamos de lugar, ahora era yo el que estaba acostado boca arriba y ella, inmediatamente se fue directa a tomarse toda mi leche y tragarsela y no dejar ni una gota.

.- Ahí tenés hija de mil puta, ahi teneeeeessss….

Se tomó toda mi leche sin chistar, sin decirme nada, mirandome fijo la pija, con las manos en mis huevos como sosteniendo todo mi aparato y tratando de que acabe hasta la última gota.

Cuando terminó me quedó la pija limpita, no derramó ni una gota, no se quejó para nada, se había tomado toda mi leche y estaba tan contenta como si le hubieran hecho el mejor de los regalos.

.- Cómo estuve, Papi? Voy bien?

.- Muy bien, pendeja, y escuchá bien lo que te voy a decir… ni se te ocurra decirle una palabra a nadie de esto, ni a tus amigas de la escuela, mucho menos a tu mamá, a nadie, entendiste? Ahora mismo te vas a tu pieza y te cerrás la puerta y te quedás ahí, sin salir, recordando este momento en que te convertiste en mi puta… Andate ahora, ya mismo, dejame solo.


Sin decirme absolutamente nada, se levantó como un resorte, agarró su remera que estaba en el piso y sin saludarme ni nada, en silencio, se fue del dormitorio. En menos de un segundo, había desaparecido.

Fue entonces cuando me quedé solo en mi habitación, en la cama, sin entender nada de lo que me había pasado. No podía creer lo que sucedió, ahí estaba yo, respirando de a poco de manera normal para poder volver a ser yo.

Cuando Mia volvió a la habitación, vino como ella misma, ya no era la nena pervertida e incestuosa que se despertó esa mañana en la cama con ganas de fantasear que su padre la iba a convertir en mujer. Se abrazó a mí, se quedó un rato entre mis brazos y sobre mi pecho, y mirándome dulcemente, me dijo…

.- Gracias.

Mía se ha convertido en mi “esclava” única. Gracias a ella vuelvo a tener la imaginación de un sádico.

Volveré, como siempre, mi cabeza está siempre activa.

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